Creando viviendas dignas: UCQ y Construyendo

Acompañada de su hijo menor, de seis años, y su hija Dulce, de 20; Alicia, de 40 años y madre soltera, sirve el pan, atole y café para el grupo de guerreros voluntarios que ha hecho fila sobre el firme de concreto que semanas antes ella habría construido para su nuevo hogar. Despojada de su anterior vivienda, Alicia Pérez Pintor comparte una cama matrimonial junto con sus dos hijos en una habitación dentro de la casa de su mamá, quien sufre de discapacidad.

Alicia, quien radica en la comunidad de La Fuente en el municipio de Tequisquiapan, ha combatido el hacinamiento con un salario de obrera en una fábrica ensambladora; su hija Dulce también es obrera. En México, de acuerdo a datos de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) más de 8 millones de viviendas se encuentran en alguna condición de rezago habitacional, realidad que la asociación Construyendo Comunidades Integrales (Construyendo) ha buscado cambiar desde 2008, interviniendo en distintas comunidades a lo largo del país, construyendo casi 2000 viviendas dignas.

“Lo que buscamos es (...) tener comunidades más resilientes. (...) Esto hace que la comunidad se junte y que tengan lazos más fuertes. Entonces se hace un tejido social mejor al que tenían” explica Elizabeth Aguayo, subdirectora de promoción y comunicación de Construyendo. Elizabeth relata que con cada proyecto de construcción los vecinos comienzan a ayudarse entre ellos, lo que mejora las condiciones de las comunidades en las que intervienen, abonando así a la restauración del tejido social.

Elizabeth explica que el propósito detrás de la construcción con voluntariado es “impulsar la solidaridad de los voluntarios a través de los proyectos de construcción”; propósito que comparte la Universidad Cuauhtémoc Querétaro pues, comprometida con su responsabilidad social, se ha unido a esta acción, convirtiéndose en donador de una casa para Alicia y su familia esperando cambiar su realidad. 

La universidad, con la ayuda de guerreros voluntarios, participó en la construcción  de la casa el pasado 17 y 18 de noviembre; pero el proceso ha sido más largo, explica Tania Herrera, gerente de Bienestar Universitario (BU) de la UCQ. En marzo de 2022, Tania, a modo de demostración para la universidad, participó en una construcción de voluntariado “ves cómo se construye, con tus manos, una casa que se va a quedar años con esa familia”; desde entonces, se ha buscado la participación de la UCQ con la asociación. 

Tras una primera etapa de planeación, la universidad comenzó las campañas de recaudación de fondos de mano de la comunidad guerrera en septiembre de 2022 con la liberación del servicio social del alumnado. Sin embargo no fue, sino hasta mediados de este año y habiendo impulsado diferentes campañas de recaudación por parte de la comunidad estudiantil  como el “Kilómetro de ayuda” o el “Torneo de Fútbol con Causa”, que la universidad se encontró lista para dar la bienvenida a la familia Pérez Pintor a su nueva vivienda digna.  

De la mano de Israel “Ray” Martínez los estudiantes, maestros y administrativos colaboraron en dos días para llevar a cabo la obra.  “Ray”, quien fungía como líder de obra por primera vez desde sus inicios en la asociación, lleva colaborando por más de 10 años con Construyendo, además de que ha participado en más de 500 obras de construcción. "Me voy muy contento" externó, y compartió su gratitud por la participación de la comunidad guerrera que había estado construyendo el fin de semana; por la familia; y por el voluntariado.

Valeria Flores, coordinadora de eventos de BU y vínculo entre la UCQ y Construyendo, señaló que estas acciones tienen un impacto sobre la vida de alguien que lo necesita. Además, anticipó la posibilidad de volver a realizar el proyecto en un futuro, pero esta vez junto con algunas carreras como la Licenciatura en Arquitectura o Ingeniería Civil, pues podría servirles de experiencia y complemento para su educación. 

Idea que comparte Alejandro Dorán, docente de la Licenciatura en Arquitectura, pues aún siendo voluntario no perdió la oportunidad de enseñar a otros guerreros voluntarios de la licenciatura sobre el proceso de construcción para que aplicaran su conocimiento en las aulas. Además, señaló que es una oportunidad para que “puedan vivir en carne propia cómo se lleva a cabo una construcción”.

Como acto simbólico, Alicia Pérez Pintor, acompañada de su familia cortó el listón de su nueva casa. Posteriormente, agradeció el esfuerzo del voluntariado de la Universidad Cuauhtémoc Querétaro y de la asociación Construyendo por la oportunidad de recibir una vivienda digna.